CONMEMORACIÓN DEL DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES |
El pasado día 20 de noviembre se impartió al alumnado de 3º ESO de nuestro centro SAFA-FUNCADIA, una charla expositiva e informativa de lo qué es la violencia de género, cuáles son sus orígenes y consecuencias, así como describir la promoción de la educación en igualdad.
Estas jornadas están organizadas por la UGT con motivo de la conmemoración del día 25 de noviembre, "Día Internacional contra la Violencia de Género", como campaña de sensibilización dirigida al colectivo de jóvenes, siendo acogida en el centro como una de las tantas actividades llevadas a cabo para concienciar la igualdad entre géneros y favorecer la erradicación de la violencia machista desde la prevención entre los más jóvenes. Además de la charla, nuestros alumnos y alumnas han participado del III Concurso de Cartas "No a la Violencia de Género", resultando ganadora de nuestro centro y segundo premio a nivel local, la alumna Rocío Márquez Morueta, a la cual felicitamos; sin olvidar y valorando muy positivamente la participación de todos y cada uno de nuestros alumnos y alumnas.
Al mismo tiempo, a nuestro centro se le ha reconocido su labor en coeducación con un diploma acreditativo; y es que nuestra labor como docentes consiste en formar a personas desde el respeto y la igualdad de oportunidades.
Reproducimos la carta ganadora:
Querida mamá:
Como cada noche desde la ventana de la cocina, a eso de las nueve, comienzo a escuchar el soniquete de esa nana. Esa voz rota por las heridas que tienen la manía de no cicatrizar con el tiempo le ruega que se duerma con premura, a escasa media hora para que llegue él; y es que, aunque sabe que no le haría daño al bebé, no quiere tenerlo entre sus brazos cuando llegue el primer bofetón, a modo de saludo, no quiere que las lágrimas que derraman sus ojos caigan sobre su niño, inocente y ajeno a todo lo que pasa en esa casa desde pocos meses antes de que él naciera.
Me asomo a la ventana y la veo. Hoy se le ha olvidado correr el visillo y puedo ver con suma claridad la franja morada que recorre su mejilla derecha, justo bajo el ojo. ¿Cuándo ha sucedido? Esta mañana me la crucé en el ascensor y no lo tenía.
Te puedo asegurar mamá, que cada día se me hace menos soportable verla, y no son pocas las veces que he intentado hablar con ella, pero, como tú, no atiende a razones. Hoy en el ascensor lo intente de nuevo:
—Bea…
—Déjalo, ¿vale? Estoy bien, no pasa nada, me caí.
Así se justifica mientras yo miro uno de los moratones de su brazo. Quizá piense aún que yo no soy capaz de oír los gritos, los golpes y los insultos a través de esa pared que separa nuestras casas. Qué ilusa.
Pero como contigo, mamá, me siento impotente, no sé que más hacer para ayudarla, porque ella no quiere ayuda. Solo espero, por el bien de ese pequeño, que él no sea capaz de llevársela para siempre, como hizo contigo ese al que yo llamaba padre y ahora está encerrado. Encerrado, si, pero un poco tarde, ya que eso no te traerá de vuelta conmigo.
Adiós, mamá.
Rocío Márquez Morueta - 3º ESO A