FELIZ NAVIDAD

Los tiempos del calendario son siempre nuevos, a pesar de que las estaciones sigan la rotación establecida o que los acontecimientos se repitan como si fuesen los mismos. Nosotros no somos los mismos; y los que están a nuestro alrededor, tampoco. No se viven los hechos nunca de la misma manera. En su cadencia, los tiempos nos dan la oportunidad de vivirlos de otra forma, de reflexionarlos.

 

Entramos en un tiempo para nacer (se puede nacer de nuevo), para revisar el camino o iniciarlo, para fiarnos de que la vida es una sorpresa continua y gratificante en la que uno puede ser feliz, para sentirnos inseguros (padecemos la enfermedad de la seguridad que nos dan las cosas) y experimentar la gracia, para descubrir que no encontramos cobijo más que en aquellos que nos quieren y que siempre habrá un lugar en el que dar a luz.

 

Por eso, este tiempo se nos presenta como una oportunidad para sumergirnos en la vida y conocer con los cinco sentidos, con todo nuestro ser. Es tiempo de mirar con otra mirada, de oír con el corazón, de experimentar el abrazo y la cercanía con otro tacto, de saborear la relación nueva que se establece y de sentir el aroma de la brisa que nos acaricia. Seamos quienes seamos, es la misma brisa la que nos acaricia, pero muchas veces no nos damos cuenta de que está ahí para que la disfrutemos.

 

Es tiempo de esperanza de que todo eso es posible. Y la esperanza que fluye del Evangelio nunca es una espera pasiva. Hay que preparar la tierra, desbrozarla, retirar las piedras que impiden que las semillas crezcan con fuerza, regarla cuando parece que la lluvia no llega a tiempo, poner tutores a las plantas más débiles o que se doblan por el peso excesivo, retirar aquello que impide el crecimiento... Y esa esperanza es camino que se recorre con el otro como prioridad. Por eso, nuestra tarea es tan grata.

 

Este tiempo es una invitación a encontrar a ese Niño que nos nace para descubrir nuestra humanidad y alegrarnos el corazón.

 

Con el deseo de que tengamos ese encuentro y que lo vivamos con nuestros familiares y amigos, os damos las gracias por compartir vuestro tiempo y vuestro trabajo con nosotros.

 

                    Ángel Luis Macías Pillado

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